Desde que el kamishibai entró en casa, se ha convertido casi en un miembro más de la familia. Lo cierto es que, desde hace un tiempo, notaba que los niños pedían ver dibujos animados con más frecuencia, de manera que la lectura de álbumes ilustrados estaba quedando un poco relegada al momento de antes de dormir. Pero el kamishibai lo ha cambiado todo. Gracias al poder que tiene para captar la atención de los peques, los he reenganchado a los cuentos.

Además, el kamishibai nos ha permitido acercarnos a la lectura desde otra perspectiva, mucho más espectacular e interactiva, que permite captar a la audiencia e interactuar con ella de una forma increíble.

A continuación os cuento algunos aspectos sobre qué es un kamishibai, su historia, sus posibilidades y cómo utilizarlo en casa o en el aula. Veréis cómo contar cuentos con kamishibai se convierte en una de las actividades más divertidas para compartir con los más peques.

comprar un kamishibai fue la mejor idea para fomentar la narración oral

¿Qué es un kamishibai?

Kamishibai significa «teatro de papel» y es una forma de narrar cuentos que se desarrolló en Japón a principios del siglo XX. Esta tradición narrativa  japonesa toma prestados diversos elementos de los cuentos orales tradicionales y de los libros ilustrados.

Básicamente el kamishibai consite en un soporte de madera o cartón, conocido como butai,  un marco con forma de teatro con tres puertas y un conjunto de láminas ilustradas. Estas láminas se colocan en orden en el kamishibai de manera que la ilustración se ve por la parte delantera (de cara al público) y el texto en la trasera. El narrador va leyendo el texto y pasando las láminas a medida que avanza la historia.

Una breve historia

El kamishibai forma parte de una larga tradición de narración de historias que se remonta a los siglos IX y X, cuando los sacerdotes utilizaban pergaminos ilustrados e historias orales para transmitir la doctrina budista. Más tarde, en el siglo XII, los narradores –conocidos como etoki– también utilizaron esta técnica narrativa para contar historias seculares. Y su uso fue evolucionando a lo largo de los siglos siguientes hasta su florecimiento a finales de la década de 1920.

El éxito

Desde 1920 hasta principios de la década de los 50, los vendedores japoneses de dulces y golosinas viajaban de pueblo en pueblo en bicicleta. Su forma de atraer compradores consistía en colocar su kamishibai en la parte trasera de la bicicleta y hacer sonar los hyoshigi, un instrumento japonés que consiste en dos piezas de madera unidas por una cuerda. El sonido del instrumento atraía a los pequeños espectadores. Una vez habían adquirido las golosinas, los niños se acomodaban alrededor del kamishibai y la historia comenzaba. El gaito kamishibaiya, o cuentistas de kamishibai, narraba el cuento a su audiencia a partir del texto que estaba en la parte trasera de las láminas. Era habitual que las historias formaran parte de una serie, de manera que en cada visita el narrador ofrecía un nuevo episodio y los niños y niñas estaban deseando que llegara el siguiente.

El declive

En los años 50, con la llegada de la televisión, la narración de cuentos a través del kamishibai entró en declive. Curiosamente, la popularidad del kamishibai había sido tal que en el inicio de la aparición de la televisión, esta se conocía como denki kamishibai; es decir, kamishibai eléctrico. Pero el hecho de que el kamishibai se asociara a la gente sin recursos que encontró una salida económica, especialmente tras las Segunda Guerra Mundial, en el arte de la narración oral; y a la mayor variedad de entretenimiento que ofrecía la televisión, los artistas y narradores fueron perdiendo su trabajo.

En 2005, el autor e ilustrador Allen Say publicó el álbum ilustrado Kamishibai Man, en el que se cuenta la historia de un hombre que iba con su bicicleta de pueblo en pueblo a vender dulces y contar historias en su kamishibai. Cada vez había menos niños escuchando sus historias, ya que todos estaban mirando sus nuevos televisores. El último niño que se acercó tras el sonido del hyoshigi no tenía dinero para dulces. Unos años más tarde, el hombre del kamishibai volvió a salir con su bicicleta para contar una nueva historia: en este caso, la suya. Para su sorpresa, los niños habían vuelto convertidos en adultos deseosos por escuchar sus bellas historias.

Kamishibai Man
  • Allen Say, Say (Autor)

El renacer

Podríamos decir que el kamishibai nunca ha desaparecido del todo. En la actualidad se siguen construyendo kamishibai y se siguen publicando nuevas historias en formato de láminas. Si bien es cierto que, en general, las editoriales no suelen optar por este tipo de publicación. Pero no podemos obviar que escuelas y bibliotecas de todo el mundo se siguen deleitando con fabulosas representaciones de este tipo y lo hacen por una simple razón:

¡A los niños les encanta el kamishibai e inmediatamente quedan atrapados por su magia!

Así como en el pasado el kamishibai era la herramienta que utilizaban los narradores de kamishibai para atraer a los pequeños hacia los dulces que vendían, hoy en día puede ser un recurso excepcional para:

  1. Desconectar a los pequeños de las pantallas y atraerlos a otro tipo de narración, también muy visual y atractiva, que, sin duda alguna, les resultará tan impactante como cualquier capítulo de su serie favorita.
  2. Fomentar la narración oral y dar cabida a nuevos recursos que aportan un valor añadido a «la hora del cuento»: marionetas, música, interpretación, etc.
  3. Atraer a los pequeños hacia el mundo de las historias, tanto desde el punto de vista del espectador/lector como de narrador. Estoy segura de que más de un niño o niña estará deseando convertirse en narrador y contar, o incluso crear, sus propias historias.

La verdad es que toda la ceremonia (abrir las puertecitas del kamishibai, pasar las láminas…) que acompaña al acto de contar un cuento con kamishibai resulta irresistible para cualquier espectador. Si además le añades el sonido de los hyoshigi, o cualquier instrumento similar,antes de cada representación, puedes crear un ritual muy chulo que los peques asociarán con un plácido momento de lectura y diversión.

Ahora que hemos visto que el kamishibai es la herramienta que estabas buscando para darle un plus a tus narraciones orales, pasamos al siguiente aspecto importante: ¿qué tipos de kamishibai existen? y ¿cuál es el mejor?

kamishibai de siete leguas la bolsa de los cuentos

¿Qué kamishibai comprar?

Si alguien sabe de kamishibai es la editorial Siete Leguas Ediciones. La verdad es que resulta encomiable el trabajo que han hecho por revitalizar este noble arte japonés de contar historias. Siete Leguas Ediciones ha puesto en circulación diversos modelos de kamishibai y multitud de cuentos en láminas para que cualquier persona se pueda convertir en un verdadero gaito kamishibaiya.

En su catálogo encontramos dos modelos de teatro kamishibai que varían en función del tamaño:

Teatro kamishibai A3 (medidas 29,7 cm x 42)

-Se trata de un teatro de madera de gran calidad tamaño DIN A3.

-Consta de tres puertas, con cierre japonés (es un cierre trenzado con una cuerdecita que le da mayor misterio a la ceremonia de apertura)

– Está abierto por detrás, de manera que puedes ir leyendo el texto mientras haces la interpretación. Las láminas pueden deslizarse de izquierda a derecha, o al contrario.

Asa de madera de una sola pieza, para que puedas transportarlo fácilmente de escenario en escenario

Teatro kamishibai A4 (medidas 29,7 cm x 21)

Pensado para audiencias más reducidas, también puedes encontrar este modelo de kamishibai tamaño DIN A4.

Está hecho con madera de calidad y consta de dos puertas que se deslizan hacia los lados.

Sin duda alguna, esta es la forma más barata para experimentar y adentrarse en el fabuloso mundo del kamishibai.

Cuentos para kamishibai

Si hay algo que echamos a faltar en el mundo del kamishibai es una oferta más amplia de cuentos. Estaría genial que todos los álbumes ilustrados se vendieran en su versión de láminas, pero a día de hoy, este no es el caso.

Pero no te preocupes, porque con el material que hay disponible vas a poder sacarle el máximo partido a tu kamishibai.

¿Qué historias para kamishibai puedes encontrar?

De nuevo, la editorial Siete Leguas ofrece una amplia oferta de cuentos en láminas. Nuestro preferido es La bolsa de los cuentos, un cuento tradicional coreano sobre la importancia de compartir historias.

A lo largo de las 21 láminas que contiene este cuento conocemos la historia del príncipe Yuri, un niño enamorado de los cuentos que le cuenta su padre cada día. Sin embargo, al hacerse mayor y convertirse en rey, olvida la importancia que tiene contar historias. Por esta razón, su reino sufre los misteriosos ataques de gigantes, dragones, brujas, etc. Hasta que Yuri no descubra la importancia de mantener viva la llama de la pasión por los cuentos, su reino no estará a salvo.

La bolsa de los cuentos (Kamishibai A3)
  • Gisbert García, Elena (Autor)

Si nunca has contado un cuento a través del kamishibai, descubrirás lo fácil que te lo ponen las láminas que ha diseñado Siete Leguas.

Para empezar, las esquinas son redondeadas, de manera que la página fluye por el teatro de madera con mucha suavidad. Además de que las láminas vienen con el texto en diferentes lenguas (alemán, castellano, francés e inglés), los textos van acompañados de acotaciones para favorecer la representación. Así, a medida que leas el texto, verás cuándo tienes que hablar de forma suave o cuándo tienes que levantar la voz. De igual forma, sabrás cómo tienes que pasar la lámina (rápido, despacio, con movimiento…) en función de cómo transcurra la acción.

Finalmente, el cuento viene acompañado de láminas adicionales con diferentes tarjetas que puedes recortar. Estas tarjetas incluyen el texto en miniatura (por si te resulta más fácil leerlo desde la tarjeta), las ilustraciones en miniatura o un set de cartas con diferentes personajes que puedes utilizar como atrezo de tus representaciones.

Por si esto fuera poco, el libro viene acompañado de un código para descargar la música y los sonidos creados específicamente para contar el cuento. Sin duda alguna, un valor añadido que incrementará el interés de los pequeños por la puesta en escena.

El catálogo de cuentos para kamishibai de la editorial Siete Leguas es muy amplio. Algunos de sus títulos, aunque no todos, incluyen el texto en català. Estos son nuestros preferidos.

Los amantes de El monstruo de colores también están de suerte, porque la editorial Flamboyant ha decidido contribuir a este nuevo florecimiento del kamishibai publicando su libro superventas en formato láminas (disponible también en català). Además, en este caso no es necesario tener el kamishibai de madera, puesto que trae uno de cartón que sirve como soporte. Lo que sucede es que la calidad, como podrás imaginar, no es gran cosa. Las láminas de El monstruo de colores no llevan el texto detrás, pero, bueno, tampoco es un gran problema, porque lo puedes interpretar de memoria o adaptando la historia como más te guste.

Los cuentos imprescindibles para kamishibai

Recientemente hemos descubierto una editorial alemana que ha publicado las láminas de los cuentos “imprescindibles” para peques, así que poco a poco estamos adquiriendo unos cuentos. La verdad es que aunque los hemos leído miles de veces, el ritual de contarlos en el kamishibai les encanta y los piden una y otra vez.

Nuestros favoritos son El Grúfalo, ¡Cómo mola tu escoba! y Elmer. En este caso los textos están en alemán, pero la verdad es que no importa demasiado, porque, entre que casi me los sé de memoria y que tenemos los libros también en nuestra lengua, no lo echo en falta. Otra posibilidad es pegar el texto detrás de la lámina, así lo puedes leer directamente. ¡Problema solucionado!

El kamishibai en el aula

Si en casa resulta todo un éxito, no quiero ni pensar lo atractivo que debe ser contar un cuento a través del teatro japonés ante una audiencia más amplia.

La verdad es que las posibilidades son interminables, porque el hecho de que tenga las puertecitas y que toda la atención se focalice en la ilustración que se está mostrando, convierte al kamishibai en una potente herramienta para la enseñanza/aprendizaje.

Me consta que el kamishibai se utiliza, con mucho éxito, para el aprendizaje de lenguas –el hecho de que los textos vengan en diferentes lenguas es una buena muestra de ello–. Pero es que las posibilidades son infinitas.

Se me ocurre que un proyecto de aula muy chulo sería crear un cuento e ilustrarlo. Así, los niños podrían hacer el guión, escribir el texto, hacer las ilustraciones. De hecho, existe la posibilidad de comprar láminas en blanco para crear un cuento desde 0. Después, se podría trabajar la puesta en escena… la música, elementos adicionales como títeres, etc. En definitiva, un pozo de creatividad.

¿Cómo hacer un kamishibai?

Si te gustan los proyectos DIY, hacer un kamishibai no parece una tarea demasiado complicada. Nosotros lo hemos comprado ya hecho, pero existe la posibilidad de hacerte uno tú mismo.

De todos los tutoriales que he visto por la red, el que más me ha gustado ha sido este. ¿Verdad que resultado es precioso?

Espero que esta breve introducción al mundo del kamishibai te haya dado el empujoncito que te faltaba para hacerte con uno. La verdad es que nunca hubiese pensado que la experiencia de narrar o escuchar un cuento pudiese cambiar tanto solo por introducir este simple elemento. Me parece que el mundo del kamishibai está lleno de posibilidades y que aporta un valor incalculable tanto en casa como en el aula. ¡Feliz lectura! ¡Qué comience el espectáculo!

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